miércoles, 1 de septiembre de 2010

Entrevista

La entrevista la realizó muy amablemente Emmanuel Videla para el blog de la recién armada Asociación de Cultura Itinerante ( http://asociaciondeculturaitinerante.blogspot.com/ ), el cual tendría a su vez un blog espejo con sede en Francia. Ese espacio se propone informar sobre propuestas artísticas originales en la zona sur del conurbano.
No obstante, no puedo sino reconocer que las preguntas son cuando menos “raras”, pero espero que ello no desestimule a continuar leyendo। Es más, un buen ejercicio sería tratar de que c/u al leerla, trate de reconstruir qué habré entendido yo, o qué habrá querido decir él, si es que acaso había un sentido.
La idea fue comenzar por hablar de mi obra, pero sólo como excusa o puntapié para discutir acerca de la literatura actual y circulante.


Entrevista a Juan Manuel González, el no-escritor


“Disfruto mucho más leyendo blogs anónimos que a autores cosméticos”
Por Emmanuel A Videla


Dos computadoras, dos monitores. Al menos. Dos casas, quizá, desde dónde se escribe. Distancia. Juan Manuel Gómez, más conocido como JMG, decidió no entrevistarse presencialmente con “Cultura Itinerante” sino que propuso una entrevista vía mail. Una ida y vuelta desde lo virtual, desde el correo electrónico. Ideas se transmiten desde su PC a la mía. Quizás desde otras.
JMG es el filósofo poeta que se expresa desde el blog, desde el mail con sus lectores. A través de un conjunto de ideas, de sus razonamientos construye literatura. En esta oportunidad, muy gratamente, nos invita a reflexionar sobre la literatura, el rol del escritor y del lector, de la producción editorial actual a partir de una de sus obras, el No-libro. No muchos conocen esta obra, por eso, casi sin pensarlo, queríamos que él mismo nos explique de qué se trata esa obra. La pregunta viaja vía mail. Ansiedad. Sus manos estarían typeando rápida y ágilmente. JMG responde en unos pocos minutos.

JMG, ¿qué es el "No-libro"?

El no-libro es un experimento que viene a chocar contra bastantes cosas.
1- Que los libros sólo se lean.
2- Que los libros tengan dueño.
3- Que los libros tengan autor.
4- Que los libros sean libros (¿?), en el sentido de que para la UNESCO tiene. Que tenga 49 o más páginas para ser un libro.
5- Que los libros más bien desalienten a escribir o que al menos no estimulen o inviten a ello.
6- Que los libros estén llenos de modismos.
7- Que haya unidad y coherencia y monotonía.
8- Que el colectivo no sea el lugar más apropiado para leerlo.
Dicho en positivo, el no-libro consta de varios poemas y un par de cuentos míos, que son de estilo mas bien ambiguo y variado, y buscan no ser tajantes sino invitar a ser apropiados por el "lector"; el cual es lector momentáneamente, ya que luego tiene como consigna escribir algo en las hojas en blanco (relacionado o no con lo ya escrito) y a su vez pasarle el texto a otro para que continúe este cadáver exquisito.


Invitas a una nueva experimentación entre lector y autor. ¿Cuál es el rol del lector y del autor en estos días? ¿El no-libro invita a una nueva relación entre estas dos partes?

Bueno, tampoco es algo nuevo. Desde que se impuso con los surrealistas (y viene muy de antes, Octavio Paz en su entrevista con Soler Serrano que está en youtube menciona la misma modalidad que la desarrollaban poetas japoneses varios siglos antes), casi todo aquel que intente hacerse poeta suele alguna vez hacer algo parecido, y yo no vengo a ser la excepción. Es decir, estos intentos “contestatarios” también ya son un género convencional, y a decir verdad, con criterios bastante rígidos. A lo mejor si todo esto se impone, luego lo contestatario-innovador pasará por volver a un libro donde el autor no dé espacio a la libertad del lector, y lo confine a sólo ser lector. ¿El rol del lector y autor en estos días? Lo único que conozco de literatura actual es poesía. Hay algunos autores increíbles, que recomiendo cada vez que puedo, como Marcelo Silvakov y Esteban Charpentier, conocidos sólo por el mundillo, con tiradas de libros mínimas, con una prosa y verso robusto, fresco, irreverente, que derraman vocación sin pautas, y suelen andar por los ciclos de poesía de la Ciudad de Buenos Aires. Particularmente, de los poetas reconocidos ninguno me gusta, si hasta son equivalentes al producto que en general uno se encuentra cuando recorre blogs de poetas amateurs (en verdad recorrer blogs al azar lo hago seguido; y a veces encuentro cosas excelentes también, pero las menos); creo que el mejor poema de Gelman está a la altura del que cualquier Martita adolescente puede hacer en un taller de literatura por correspondencia virtual (y la adolescente tiene a favor que aún puede mejorar, o a lo mejor, en cualquier momento abandona). Al revés de esos poetas que nombré recién, ésta me parece una poesía fraudulenta, improvisada, mal nutrida, vigorosamente flaca, sin dedicación, aburrida, ya muy leída de antemano que hasta se puede adivinar cuando el insolvente autor va a meter un previsible oxímoron, una redundancia inútil, un misticismo barato, un descuido a propósito. Pero no te respondí: ¿el rol del lector y autor en estos días? Bueno, los lectores ya son una especie en extinción suele decirse. ¿Será cosa de culpar a la demanda y no a la oferta? ¿Es la tribuna la que fija qué es valioso? Aclaro que fui un poco inexacto con lo que dije recién; en verdad cargo mis tintas contra esos autores reconocidos (y a mi entender de valor desconocido), porque si bien no en cada caso, promediando disfruto mucho más leyendo blogs anónimos que a autores cosméticos. Y me encanta poder dejarle una firma ahí en el post al tipo y que se entere qué me produjo o no me produjo. O sencillamente copiar-pegar el link para mandárselo a otro alguien que se lo va a disfrutar. Igual soy conciente que esta tibia actitud beligerante es lo más común, y supongo que hasta correcto, para un autor marginal como me toca ser a mí. Pero por lo menos asumo mi rol.


De una manera u otra, desde tu lugar como lector estás recorriendo senderos que aún son pocos conocidos y transitados (aún la Web no se ha democratizado, no es derecho de todos tenerlo): el espacio cibernético, que muchas veces cae en la banalización por parte de muchos medios de comunicación masiva. ¿Queres resignificar el espacio blog como soporte que puedo bien contener construcciones poéticas grandiosas? ¿Es misticismo barato que el libro tradicional y el blog convivan como soportes de lectura?

En verdad creo que es un error atribuirle al soporte (ya sea papiro, piedra, madera, papel o digital) a la hora de exhibir una obra, alguna contribución al valor o calidad de aquello que se muestra en ese soporte. Es como pensar que si yo escribo algo a mano, sus cualidades cuando eso está impreso en papel cambian, y cuando lo tallo en madera o cuando está escaneado a digital vuelven a cambiar; a lo mejor un diseñador detallista podría decir que la forma de la letra es fundamental en la obra, pero en su rol de lector no sería tan quisquilloso, a no ser que necesite anteojos y la letra sea minúscula; salvando este último caso que se restringe más bien a cierta clase etaria, es completamente absurdo este sentido incorrecto que diré se ha “popularizado” bastante entre los autores independientes y aún entre los reconocidos. Es muy común que alguien postee en su fotolog o blog capítulos de novelas que escriben. Pero el soporte si bien en sí mismo no tenga influencia, el uso de un soporte a la hora de componer puede ser muy influyente; no dudo que la manera de pensar, escribir, y especialmente corregir, de alguien que tiene que escribir en papel, considerando un elemento tan sencillo como sería el que habrá borrones, equivocaciones etc. son radicalmente distintas de alguien que escribe en Word (yo sólo escribo en Word por principios, guiados por eficiencia, practicidad y comodidad, un poco de llamativa anti-tradición hay también); y ni hablar de otras cuestiones como que por ejemplo en la 1er pregunta que me hiciste la respondí haciendo copiar-pegar de otro proyecto que hice que es las “conversaciones por Msn”. Volviendo a esos autores de novelas que suben de a capítulos, juzgo que el único factor “novedoso” es que van posteando a medida que escriben, o al menos eso suelen hacer, ya que no se trata de gente que ya tenga una obra hecha, como yo tampoco la tengo; entonces, es más una cuestión de necesidad que una idea sostenida eso de subir por partes; y aunque fuera una idea tampoco es nueva, ya muchas novelas en papel se han publicado por entregas, y muchas veces se escribían a medida que se imprimía el inmediato capítulo anterior (Dostoievsky podría ser paradigmático, que hasta alargaba las novelas más que lo que había decidido antes para recibir algunos sueldos más, y en menor medida uno de estos casos en lo local podría ser Sarmiento con el Facundo publicado como folletín). Otro factor novedoso y en el que sí sería relevante el soporte a la hora de componer sería en el caso de que los lectores dejen sus comentarios y el autor los tenga por consigna para seguir desarrollando la obra; esta suerte de obra a medida del lector que colabora activamente es algo que no encontré nunca entre esos autores de “novelas virtuales”. Para peor, las que he leído, carecen de cualquier clase de recursos y se basan sólo en “el dijo… y ella dijo” hasta el infinito. Todo en 3era persona, narrador omnisciente (con la carga teológica que ello implica), y temáticas o en extremo románticas en su seriedad o en extremo absurdas en su realismo.
Podría haber toda clase de maneras de involucrar al lector, pero no se lo hace: entonces, en la medida que se confine al lector a ser lector, se incurre en lo que hoy es lo convencional por antonomasia. Pero vuelvo para aclarar: aquel que escribe en un borrador espiralado, y después lo transcribe al Word, nomás está disfrazando con pixeles sus fundamentales trazos de tinta en papel. Y aquel que escribe en Word pero con la actitud de estilo de un cuaderno bloc, no es más que un advenedizo inconstante.
Así que en verdad, las posibilidades están ahí pero aún nadie las lleva a fondo। Yo me estoy dedicando a llenar ese bache, y ahora estoy tratando de lograr publicar las “conversaciones por Msn” que es un texto que consiste en diálogos entre un amigo y yo, que sólo nos conocemos vía Msn, allí quedaron registradas, por lo que si bien están escritas en tanto hay letras visibles, no están escritas en el sentido tradicional de autor solitario en silencio, que hace correcciones a lo que hizo a primeras, tratando de imitar algo que en verdad no está sucediendo. No obstante todo lo dicho, 1ero trataré de que alguna editorial acepte publicarlas en papel sin que yo tenga que pagar nada (agrego a lo anterior: todo escritor que se precie debe no pagar para publicar; sería como pagarme a mi mismo una medalla de un concurso en el que soy el único participante, juez, y también público o hinchada, o hasta adversario de mi mismo si no se está muy convencido pero aun así se paga para publicar). ¿Por qué justo busco publicar esto en papel? No obstante lo que sostengo, todo el espectro de autores y público sí le asigna otro valor al papel, totalmente inmerecido e injustificado, basada en una falsa medida como lo es la costumbre y tradición. Pero si quiero que alguien me lea, más siendo hoy un autor inexistente en términos de ser leído, tengo que aceptar esos caprichos imperantes sin más aún contra mis principios, sencillamente porque hoy día los sostengo yo solo hasta donde sé. Y si ninguna editorial me publica en papel, ahí acudo a lulu.com o alguna de esas editoriales de libros digitales.


Apuntando a tus últimos dichos, los "escritores de ahora" sólo buscan una autoreferencia al pagar por la publicación de sus obras ¿Solamente lo hacen para llenar, como bien se diría, su ego? En otras palabras, ¿te parece que muchos de los escritores de ahora no van más allá de lo rutinario y poco innovador?


Publicar sin tener que pagar nada tiene una mayor importancia para un escritor que ganarse un Nobel; a decir verdad es bastante absurdo eso de que autores ya viejos y arruinados sean candidatos en ronditas y ternas para que les den plata y un certificado o diploma que al parecer afirma “estos de acá son los buenos”, y después aparece toda su obra en ediciones de bolsillo pero te las venden al triple que antes. En muchos casos, el Nobel corona el desvío de su proyecto original (lo mismo que cuando Scorsese ganó el oscar recién con Infiltrados). Es cierto que las editoriales casi no reciben material para que sea publicado sin pagar, y que cuando lo hacen tienen criterios bastante feria-internacional-librenses en mente (un homenaje a Borges, un homenaje a Cortazar, un homenaje a Borges y Cortazar juntos). No obstante, es el hecho de que hay una afluencia constante e imparable de autores que van con sus ahorros a pagarles por una tirada caprichosa, lo que permite a las editoriales tener otro ingreso seguro sin arriesgarse por los autores, ni su promoción, ni aconsejarlos, ni nada que se supone debería hacer un gestor cultural activo. Lo sensato sería que ese ingreso considerable y sin riesgo se vea cortado por un tomar conciencia por parte de los autores, de modo que las editoriales se vean obligadas o a anquilosarle hacia la ruina, o a renovar su propuesta tomando mayores riesgos (“alguno” en este caso ya incumbe a “mayores”).
Lo mismo pasa con los talleres de poesía: no hay fraude más grande, no hay ejercicio más frívolo, no hay comedia más adulterada, no hay mentira más calibrada que ese “aseguran que tengo un algo”. Las reuniones de poetas deben ser sólo en situación horizontal, y aún así tampoco con la regularidad que admiramos tanto en el camión recolector de basura. Pretender darle un tono didáctico, sabor a cátedra, es un sin sentido, no tienen vergüenza.
Dicho en breve, pecan de exhibicionismo metafórico.
Y además sí, insisto en que no es generalizado el ponerse a la altura de los tiempos y las tecnologías, el actualizarse; muchas revistas de poesía tiene por lema principal el retrógrado “volver al papel”, y con ello todo lo que implica (mentalidad de autor con papel y lápiz con goma de borrar en la punta, con correcciones en menor grado que las que el Word invita a hacer, temática y formas típicas, máquina de escribir, ningún link, sello lacre, naftalina, etc.). Hay una sobreabundancia de escritores-etcétera, con su poesía prolija, tópica, en regla, de exageraciones sin sobresaltos, sus experimentos telegráficos, sus columnas verticales minucias, su metáfora exhibicionista sobre adjetivada. Casi poesía jurídica.

Frente a la sobreabundancia de escritores actuales, el público no sabe qué elegir y se queda con los clásicos o los señalados como los best-sellers. JuanMa, vos, como lector, qué escritores, poetas de nuestros días lees y recomendarías a los lectores?


Igual no creo que sea sobreabundancia de escritores en general, aclaro। Los que abundan son los mediocres, en el sentido de originalidad nula y todo eso que dije antes. Los buenos son escasísimos. Pero aun los hay, como entre los reconocidos pero ignorados lo es Jorge Asís (“miraba también la soledad; la ciudad era un espejo, el solitario era él”, Carne Picada) (Flores Robadas en los Jardines de Quilmes también es una genialidad total, entre otros) que llena su prosa de juegos de salto de planos, lo que hace que su literatura sea completamente cinematográfica, además de su estilo irónico, ácido, mordaz, directo, auténtico, o como también los no reconocidos Charpentier (“cuando comprás una 4x4 del 2000/ le regalamos 3 guardapolvos a una escuelita en salta ”, poema Acabenlache) y Silvakov (“a las ocho le despierta un acreedor inoportuno le informa que está en mora con dios y lo van a embargar lo que no tiene” en Diario de un argentino) que ya mencioné. Otro poeta que es buenísimo es Elvio Romero, paraguayo, que falleció en 2004. Y principalmente recomiendo al poeta más grande de todos los tiempos: Bob Dylan, un tipo que sin dificultad puede decir “toda la verdad del mundo equivale una gran mentira”. Otro argumento contra el Nobel es decir que mientras Bob Dylan no lo haya recibido, es obvio que ese premio no es parámetro de nada valioso. Y especialmente recomiendo buscar al azar blogs de literatura poniendo en Google algunas palabras claves que nos puedan llevar hacia ellos. Buscar lo auténtico, lo actual, y quitarse los prejuicios heredados.


El No-libro no es una negación a la literatura, ¿es acaso una contestación a la literatura?

Si fuera una contestación, ya estaría compartiendo el lenguaje, o por lo menos algún terreno, y así ya no tendrían tantas diferencias. Es mas honesto decir que es otro experimento surrealista más, después de 1 siglo.

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